Eres
la playa que me deshoja la piel muerta.
El beso único,
el de no respiro y vivo más.
El tema pendiente si hay mañana.
Eres la bala
que aún apuntando de espaldas
podría atravesar los dientes
hacerme polvo
dejarme en nada
y devolverme, de un tiro,
al punto cero donde todo lo que queda
es una mujer llena de taras.
El beso único,
el de no respiro y vivo más.
El tema pendiente si hay mañana.
Eres la bala
que aún apuntando de espaldas
podría atravesar los dientes
hacerme polvo
dejarme en nada
y devolverme, de un tiro,
al punto cero donde todo lo que queda
es una mujer llena de taras.
**
Eres
así, un
bajarme la cremallera de la entrepierna
y pellizcarme
y partirme las ingles en la espera
y recitar como un niño las tablas de multiplicar
como si entendiera los motivos
de tanto número y más problemas.
No sé si loca y descerebrada
o como caída de otro planeta
no era tan complicado jugar en el patio
con la única meta de pasarlo bien,
y ahora me pregunto si es cuestión de años
por lo que cambiamos todas las reglas;
que si tiramos, hacia arriba, arena,
ya no imaginamos que llueve
sino que nos hacen la guerra.
Eres otro niño perdido. Uno más.
Y yo, un arañazo en tu ciudad. Uno más.
Dos perdidos que se pierden. Dos más.
bajarme la cremallera de la entrepierna
y pellizcarme
y partirme las ingles en la espera
y recitar como un niño las tablas de multiplicar
como si entendiera los motivos
de tanto número y más problemas.
No sé si loca y descerebrada
o como caída de otro planeta
no era tan complicado jugar en el patio
con la única meta de pasarlo bien,
y ahora me pregunto si es cuestión de años
por lo que cambiamos todas las reglas;
que si tiramos, hacia arriba, arena,
ya no imaginamos que llueve
sino que nos hacen la guerra.
Eres otro niño perdido. Uno más.
Y yo, un arañazo en tu ciudad. Uno más.
Dos perdidos que se pierden. Dos más.
**
Mayte Albores. Dos poemas inéditos. 2015.
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