Poema Inédito
Una
cama que se mide a dedos
y que parece tan extensa como el hambre
en su arenoso desierto
donde yo ocupo, de ella, tan solo una parte.
Y derramándose la soledad por los bordes
en ese filo del colchón
guillotina, sobre mi cuello que finge orgasmos a tu boca
tan seca, tan lejos, tan tuya sin mí,
tan nada estar entera e imperturbable
mi piel sin cambiar de color se enquista en el blanco
que quiere romperse a tus manos
que quiere cuernos y dejar de ser un ángel.
Quememos los lechos vacíos.
Y quemémonos con ellos
si no podemos enterrarnos
en el temblor de un cuerpo.
y que parece tan extensa como el hambre
en su arenoso desierto
donde yo ocupo, de ella, tan solo una parte.
Y derramándose la soledad por los bordes
en ese filo del colchón
guillotina, sobre mi cuello que finge orgasmos a tu boca
tan seca, tan lejos, tan tuya sin mí,
tan nada estar entera e imperturbable
mi piel sin cambiar de color se enquista en el blanco
que quiere romperse a tus manos
que quiere cuernos y dejar de ser un ángel.
Quememos los lechos vacíos.
Y quemémonos con ellos
si no podemos enterrarnos
en el temblor de un cuerpo.
***
PUTA
Soy una puta por tu boca.
Soy una puta por tus ojos.
Me llamas puta y me deseas.
Y yo no me vendo a tus palabras.
Podré comerciar mi cuerpo
En una cuneta desgastada
Tendrás la puta, pero nunca,
de la mujer, alcanzarás, el alma.
Soy puta porque me compras
Soy puta porque me gastas
Me insultas desafiante sin saber, “ja-ja”,
Que una puta sin un hombre como tú
De puta, no tiene nada.
Mayte
Albores. “El sexo: de boca en boca”. 2011, Editorial Quadrivium.
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