COMPAÑERA
DE HOY
Compañera
de hoy, no quiero
otra
verdad que la tuya, vivir
donde
crezcan tus ojos,
dando
tu luz, tu cauce
a
lo que veo y siento...
Deshacer
ese ovillo
oscuro
del temor,
encontrar
lo perdido,
quebrar
la voz del sueño...
Y
lenta, lentamente
aprender
a vivir,
de
nuevo, de nuevo,
como
en una mañana
cargada
de riqueza.
LOS
LÍMITES
Pienso
en mis límites,
límites
que separan
el
poema que hago
del
que no puedo hacer,
el
poema que escribo
del
que nunca podré escribir.
Límites
también, en consecuencia,
de
lo que amo
y
de lo que nunca podré amar.
Límites
de lo que quisiera decir
o
ver o tener.
Palabras
que daría
para
descubrir, palabras para ayudar.
Límites
del amor, palabras
insuficientemente
valiosas
en
un desierto inacabable.
CIUDAD
1973
No
he de salir de esta ciudad.
Aquí
resonarán mis pasos
como
el péndulo de un reloj.
Tejer
y destejer las manos y los brazos.
Sigo
un horario fijo. Oigo mi propia voz.
Maldigo
este destino
insignificante
y atroz.
VIDA
TAN MALOGRADA
Vida
tan malograda no debiera contarse,
a
quién hablar, con qué lenguaje.
De
haber verdades o razones o respuestas,
para
mí mismo las tuviera.
Si
delicada o poderosa
pudiera
mi mano consolarte,
a
ti te la daría,
mas
no la tengo para nadie.
G.
F.
Opongo
a
toda la retórica y vacía
y
humillante
poesía
hispánica
actual,
la
obra viva, aún más viva ahora,
de
un gran poeta catalán destruido.
Alfonso
Costafreda. “Poesía Completa”. 1990, Tusquets Editores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario