¡II!
¡Doble
pedal de angustiosas semifusas!
A
este tren lo habitan monstruos amables,
diablillos
y tristes teleoperadores gnomos.
(Me
marcharé, o “¡me mato!”, o desayuno...)
La
chapa de la fábrica -Infierno del fastidio-
libera
a sus obreros cuando toca el gong.
¡Quién
fuera humilde pensamiento de rotonda
al
que van a parar los relojes derretidos!
Y
tú, compacta vocecilla de estúpido megáfono,
calla,
sucumbe, ¡calla ya!, y ama un poco...
(¿Cómo
es que aquí también desembocando?)
¡Oh
enamorado, la quieres 100% más que a Esa!
Hoy
decido, sin duda, dormir una guitarra
establecer
la sincronía del acto a la potencia.
(Hay
una babosa de nieve en este túnel: ¡mierda!)
Siempre
besar el tierno premolar del astronauta.
VIII
Mientras
los politicuchos discuten por el cima,
la
admiración es el primer paso hacia el amor.
Igualmente,
no ser especialista, es ahondar
adentro
del vértigo natural de la intuición.
Rodeado
de 6 camas hinchables y un ayuntamiento,
revelé
al mundo el absurdo de la inteligencia.
Lograr
trazar un arco que hundiera a los teatrillos
gracias
a la sutil contemplación de un tiovivo.
No
sé. Estoy en paz tras un paseo y un océano,
por
mucho que en mí vibres como cada ola diferente.
Darnos
placer hoy de madrugada sería la Justicia.
Aunque
tú de abogada de casi nada, disculpa, risas.
¡Amor!:
hambre poderosa como la garganta
de
un grillo, voy a enloquecer entre esta hierba.
Cuatro
de la mañana en un frondoso país muerto.
¡Carisma!
¡Revolución de este universo soso!
XVIII
Posmoderno
es tirarse un pedo ante un piano
y
ser reconocido como artista conceptual.
¿Por
qué el uso, ¡uso! espacial y de procesos
antes
que nuestro anatema íntimo o ese arrebol?
Sin
insufrible densidad -ese acto delincuente
de
aquellos que nunca hablarían de tortugas-,
mi
amor y yo, gastronómicamente, resolvíamos
diversos
facilones temas de manera natural.
Por
ejemplo, sugiero su mueca en la penumbra
agitándose
su cuerpo como el de una nadadora
después
de acertar proclamando otra vanguardia.
(Su
pelo, cobre, botaba como un concierto.)
Pero
el caso es que se están cultivando pirañas
en
piscinas, vamos comprendiendo el Desarreglo
y,
muy transgénicos, vuestros culturetas hábitos
medianos
se han topado con el aplauso del Mal.
44
Espero
no empezar como Leopoldo Mª Panero.
Y
digo esto porque acabo de solicitar la primera
Coca-Cola
del Viaje: sostengo varios cigarros...
Me
da temor -¡es broma!- su vaguería perpetua.
Como
deslanando el hocico de aquella torreta,
mi
par de estómagos -¡higado!- Salud florecen.
Si
no me contratan ya para algo interesante,
me
saco una FP, mochila, peine y a Honduras.
¡Maestro!:
“facundo ofertorio de los cholos”,
me
digo no traerte cuando tus vértebras granizan.
¿Ahora?:
¡Olvidar!, aunque resulte imposible...
No
posible como un profeta allí, en un spa.
Se
bajan ya los toldos: pinchitos de tortilla
de
todos los poliedros, ¡incluso cacofónicos!
Estoy
hablando con Jean Cocteau en la arena.
No
citar, Crear. No citar aunque sean 2000 años.
Álvaro
Guijarro. “ La postpunk amante de Tiresias”. 2013, Ediciones
Canallas.
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