Frente al silencio.

Frente al silencio.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Iván Rojo (I)





IMPALA


Me la sudan los coches
pero a veces quisiera tener un garaje
y un Impala negro reluciente en el garaje
subir la persiana por la noche
y verlo ahí bajo el sol escuálido de la bombilla
como un animal salvaje dormido
como una bestia enjaulada
acercarme y acariciarle el morro
sentir su necesidad de kilómetros
su apetito de paisajes
sentir su hambre voraz, desenfrenada
y acuclillarme a su lado y susurrarle
            Te entiendo, compañero
            Te entiendo perfectamente
            Espera un poco más
            Solo un poco más
            Tu momento llegará
            Te lo prometo
Y desearle felices sueños
Darle las buenas noches
Decirle
            Hasta mañana
Y qué sí, que por fin mañana sea el día.






CABLE


Mientras me preparo el café
el telepredicador
aparece en el canal 33
del cable
Lleva un traje de alpaca
Dice que puedo salvarme
Dice que aún puedo salvarme
Dice que el diablo me acecha
Dice que hoy también
intentará atraparme
Dice que está a mi espalda
ahora mismo
oh, sí
susurrándome mentiras
al oído
Y lleno de fe
me vuelvo
Pero no hay nadie
Tampoco esta mañana
hay nadie conmigo
Solo mi reflejo
en el cristal
del mueble de la cocina
Puto embustero







NADA


Hoy tampoco has hecho nada,
dices.
Me gritas:
    No has movido un puto dedo.
Y luego te duermes mientras un kilómetro oscuridad adentro las vacas de Sento elevan sus mugidos a las estrellas, y esta noche también, sí, también esta noche empleo todas mis fuerzas en imaginar que se trata de sirenas de barcos, preciosos barcos mercantes de bandera panameña, nigeriana, japonesa surcando mares lejanos, mares sin nombre, atravesando la tormenta hacia puerto.

Y eso, lograr a estas alturas convertir una vaca en un buque, es mucho más que nada. Debería despertarte y explicártelo. Pero son las 4:14. Y tú no sufres de insomnio. Me alegro.




Iván Rojo. "10000 CABALLOS DE GUERRA". 2016, Versátiles editorial.



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