LOS
CINCO
menudo
día de perros
por
un momento pensé
que no cabía más agua
en la ciudad
que no cabía más agua
en la ciudad
he
tenido que volver
a casa corriendo,
completamente empapado,
y nada más cerrar la puerta
he notado algo raro
a casa corriendo,
completamente empapado,
y nada más cerrar la puerta
he notado algo raro
me
he sentido solo
y con una extraña necesidad
y con una extraña necesidad
he
buscado en el lavabo,
debajo de la cama,
en el fondo del armario,
y nada,
nada ni nadie
debajo de la cama,
en el fondo del armario,
y nada,
nada ni nadie
nadie
que me eche
una de esas broncas
que venían como esta tormenta
sin saber muy bien por qué
una de esas broncas
que venían como esta tormenta
sin saber muy bien por qué
pero
qué desastre eres,
mírate cómo vienes,
y cómo has puesto todo,
ya verás, mañana con fiebre,
anda sécate de una vez...
mírate cómo vienes,
y cómo has puesto todo,
ya verás, mañana con fiebre,
anda sécate de una vez...
una
bronca, una mísera bronca,
que me corrija,
que me corrija,
que
me diga lo que tengo que hacer,
que me seque la cabeza
de aquella manera,
agitándola como una cubitera,
que me envuelva el cuerpo
con aquella toalla tan áspera,
tan áspera como el silencio
de esta casa vacía
cuando ya no escucho
pero qué disgustos me das
y me acaricia la cabeza
con un libro de Los Cinco,
venga, a la cama sin cenar
que me seque la cabeza
de aquella manera,
agitándola como una cubitera,
que me envuelva el cuerpo
con aquella toalla tan áspera,
tan áspera como el silencio
de esta casa vacía
cuando ya no escucho
pero qué disgustos me das
y me acaricia la cabeza
con un libro de Los Cinco,
venga, a la cama sin cenar
me
he escuchado hablando solo
y he creído estar perdido
entre los Apeninos y los Andes
gritando tu nombre
para que vuelvas
a enfadarte conmigo una vez más
y he creído estar perdido
entre los Apeninos y los Andes
gritando tu nombre
para que vuelvas
a enfadarte conmigo una vez más
pero
mi voz sonaba hueca
y la casa apestaba a soledad
y la casa apestaba a soledad
me
he sentido fatal,
no sabía qué coño hacer,
y al final…
me he tenido que castigar:
no sabía qué coño hacer,
y al final…
me he tenido que castigar:
esta
noche, a la cama, sin cenar
me
he encerrado en mi cuarto,
he cogido un libro,
me he tumbado en la cama
y lo he abierto por la mitad
he cogido un libro,
me he tumbado en la cama
y lo he abierto por la mitad
Tim...Dick...Ana...
la isla de Kirrin...
la isla de Kirrin...
y
no he parado de llorar
Pedro
César A. Verde. 2016, de su muro de Facebook.
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