Frente al silencio.

Frente al silencio.

domingo, 10 de abril de 2016

Allen Ginsberg.




AULLIDO

II



     ¿QUÉ esfinge de cemento y aluminio abrió sus crá-
      neos y sorbió sus cerebros y su imaginación?
¡Moloch! ¡Soledad! ¡Porquería! ¡Fealdad! ¡Cubos de
      basura e inasequibles dólares! ¡Niños chillando bajo
      las escaleras! ¡Muchachos sollozando en los ejércitos!
      ¡Viejos llorando en los parques!
¡Moloch! ¡Moloch! ¡Pesadilla de Moloch! ¡Moloch el sin
      amor! ¡Moloch mental!
¡Moloch, el pesado juez de los hombres!
¡Moloch, la incompresible prisión! ¡Moloch, la cárcel
      de canillas cruzadas y sin alma, el Congreso de las
      penas! ¡Moloch, cuyos edificios son sentencias!
¡Moloch, la vasta piedra de la guerra! ¡Moloch, los atur-
      didos Gobiernos!
¡Moloch, cuya mente es pura maquinaria! ¡Moloch, cuya
      sangre es moneda corriente! ¡Moloch, cuyos dedos
      son diez ejércitos! ¡Moloch, cuyo pecho es una dí-
      namo caníbal! ¡Moloch, cuyo oído es una tumba
      humeante!
¡Moloch, cuyos ojos son mil ventanas ciegas! ¡Moloch,
      cuyos rascacielos se levantan en las largas calles como
      interminables Jehovás! ¡Moloch, cuyas fábricas sue-
      ñan y gruñen en la niebla! ¡Moloch, cuyas humaredas
      y antenas coronan las ciudades!
¡Moloch, cuyo amor es aceite y piedra infinitos! ¡Mo-
      loch, cuya alma es electricidad y bancos! ¡Moloch,
      cuya pobreza es el espectro del genio! ¡Moloch, cuyo
      destino es una nube de hidrógeno sin sexo! ¡Moloch,
      cuyo nombre es la mente!
¡Moloch, sobre el cual estoy sentado solo! ¡Moloch, den-
      tro del cual sueño ángeles! ¡Loco en Moloch! ¡La-
      metraseros en Moloch! ¡Sin amor y sin hombría en
      Moloch!
¡Moloch, que entró en mi alma temprano! ¡Moloch, en
      quien yo soy una conciencia sin cuerpo! ¡Moloch, que
      me asustó en medio de mi éxtasis natural! ¡Moloch,
      a quien abandono! ¡Despierta en Moloch! ¡Luz ma-
      nando del cielo!
¡Moloch! ¡Moloch! ¡Departamentos-robot! ¡Invisibles
      suburbios! ¡Tesorerías de esqueletos! ¡Ciegos capita-
      les! ¡Demoníacas industrias! ¡Espectrales naciones!
      ¡Invencibles manicomios! ¡Penas de granito! ¡Bom-
      bas monstruosas!
¡Se deslomaron levantando a Moloch hasta el Cielo! ¡Pa-
      vimentos, árboles, radios, toneladas , levantando la ciu-
      dad hasta el Cielo que existe y nos rodea por todas
      partes!
¡Visiones! ¡Presagios! ¡Alucinaciones! ¡Milagros! ¡Todo
      cae en ríos norteamericano!
¡Sueños! ¡Adoraciones! ¡Iluminaciones! ¡Religiones!
      ¡Toda la barcada de sensitivas boñigas de toro!
¡Avances sobre el río! ¡Tragos y crucifixiones, se los
      llevó la corriente! ¡Borracheras! ¡Epifanías! ¡Deses-
      peraciones! ¡Diez años de chillidos animales y suici-
      dios! ¡Mentes! ¡Nuevos amores! ¡Generación loca!
      ¡Se precipitan sobre las rocas del Tiempo!
¡Verdadera risa sagrada en el río! ¡Lo vieron todos!
      ¡Los salvajes ojos! ¡Los sagrados alaridos! ¡Se despi-
      dieron! ¡Saltaron por el tejado hacia la soledad, agi-
      tando las manos, llevando flores, hacia el río, en la
      calle!



San Francisco, 1955-56







Agustí Bartra. “Antología de la poesía norteamericana”. 1974, Plaza & Janes.





No hay comentarios: