CLAMOR
DIARIO,
PUNTUAL HERMOSO
Por
el insomnio la noche
Va
circulando.
¿No
hay trabas?
Y
cuanto más me extravío,
Muy
lejos entre mis ansias,
Más
me invade el elemento
Nocturno,
que no se calma...
Hasta
que a mi soledad
Avisa
el toque del alba
―¿Ya
estás ahí?
Le
conozco.
Es
el pájaro de guardia.
DEL
TRANSCURSO
Miro
hacia atrás, hacia los años, lejos,
Y
se me ahonda tanta perspectiva
Que
el confín apenas sigue viva
La
vaga imagen sobre mis espejos.
Aún
vuelan, sin embargo los vencejos
En
torno de unas torres, y allá arriba
Persiste
mi niñez contemplativa.
Ya
son buen vino mis viñedos viejos.
Fortuna
adversa o próspera no auguro.
Por
ahora me ahínco en mi presente,
Y
aunque sé lo que sé, mi afán no taso.
Ante
los ojos, mientras, el futuro
Se
me adelgaza delicadamente,
Más
difícil, más frágil, más escaso.
EL
MÁS PUERIL
¿Quién
más pueril que este gato pueril,
Quién
sin cesar más niño?
Triscador,
caprichoso, zahorí,
¡Cómo
saca partido
De
cualquier elemento que pueda remover,
Bola,
flor o cordel!
Criatura
inocente
Creando
paraíso,
¿Quién
con más absoluto no saber de la muerte?
Juega,
mortal sin dios: tu cielo es el olvido.
Jorge
Guillén. “Antología”. 1979, Plaza&Janés.
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