ALBAS
El
alba
que
va del mar a la colina
con
la huella del color que pasó y
la
memoria del color que tendrá
la
quietud de la sangre,
cruza
árboles delante del invierno,
trae
la dicha y la desdicha
del
nacido de un cuerpo.
Pero
qué sol el sol que cae
y
saca palabras de la tierra:
cosecha
el vuelo indestructible
de
los granos del sueño.
El
aire del amor en la
mano
que dibuja la muerte.
In
memoriam Rapi Diego
LA
PRETENSIÓN
El
disparate de la tristeza y
sus
animales que
hurgan
por todos lados
son
más verdaderos que yo.
Estas
palabras
son
más verdaderas que yo.
Son
materia y no tiempo,
en
sus entrañas hay
una
piedra que nunca se acaba.
Los
hijos de los hombres creen
que
mojarlas con vino
les
quitará conciencia, fuego.
Hay
palabras que esperan y nadie las toma.
Solas
ahí en silencio florido.
NOVEDADES
Sueño
mi sueño preferido
y
la noche no termina nunca.
Los
árboles muestran su alfabeto
y
astros que
hablan
del infinito
de
cada soplo del vivir.
Construyo
madres idas
con
la mano puesta en la noche.
¡Qué
bello era su rincón
donde
ecos vagos la nombraban!
Así,
de espaldas a mí,
se
fugaba a un país besado
por
su aterida juventud.
Madre
que
cocinabas
distancias
en
las ollas del día.
Todavía
me hablás
en
las grietas del tiempo.
Juan
Gelman. “Mundar”. 2008, Visor Poesía.