ALONE
AGAIN
Carmencita,
Bodil, Roser, Lucía,
Lola,
Anne Marie, Julia, Nora, Teresa...,
de
cada una y de todas guardo algo.
Puede
que esté pagando
mis
infidelidades de veleta
en
el infierno de los solitarios.
Pero
hoy quisiera yo saber
dónde
están las que tanto me han amado.
ESA
CHICA SE HA ENAMORADO DE TI
Uno
Nos
sorprendía el alba con los ojos abiertos,
después
de haber dejado que hablaran nuestros cuerpos.
―sin
entenderse a veces, porque a veces consigo
complicarme
la vida sin causa ni sentido―.
Cómo
explicarle a nadie ciertas intimidades:
esa
extraña manera de amar, que tú ya sabes.
Diez
Enciendo
un cigarrillo.
La
casa está serena.
Se
ilumina el recuerdo
y
revivo esa escena
cálida,
en la que estamos
tú
y yo, sobre la cama,
despiertos
y abrazados.
Interior.
Madrugada.
El
campo sigue fuera
más
oscuro y más vivo
quizás.
Es la primera
vez
que te has atrevido
a
decirme te quiero.
Y
aunque finja que paso,
detrás
de mi silencio,
te
miro emocionado.
Catorce
No
puedo amar a nadie
que
no me ofrezca plena confianza.
Prefiero
poner tierra de por medio
a
que me roben, con amor, la calma.
Prefiero
verme solo
y
vivir a mi aire,
antes
de que me amarguen la existencia.
No
quiero amar a nadie.
LA
CULPA ES DE ESTE OFICIO
La
culpa es de este oficio. De tanto darle vueltas
a
todo, todo acaba perdiendo consistencia.
Tanto
jugar con fuego, que el jugador se quema
y
nada importa nada si no ofrece un buen tema.
Juro
que algunas noches me habría muerto, sin pena,
de
poderlo contar después en un poema.
EPÍGRAFE
Me
gustaría saber qué es lo que buscas,
qué
intentas encontrar,
por
qué has cogido
―sin
demasiada fe, supongo―
este
libro.
Yo
no sé nada que tú ya no sepas,
que
no nos puedan enseñar los años.
No
hago juegos de magia.
No
deslumbro.
Hablo
sin vanidad de mis asuntos.
(A
lo sumo, acompaño).
Javier
Salvago. “La vida nos conoce” (Antología poética). 2011, Editorial Renacimiento.
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