Frente al silencio.

Frente al silencio.

miércoles, 2 de enero de 2019

Roger Wolfe (I)





LA MORT DANS L´ÂME


Somnolientas sombras se van desdibujando
por el ahíto abandono de tu cuerpo.

Una desgana infinita te empalaga.

Afuera la lluvia trae el día,
en tristes remolinos barrenando
de angustia la ciudad, decapitadas
las farolas por la bruma de la aurora.

Te levantas y enciendes
tras la persiana un cigarrillo.

Ya se acerca en tropel la incertidumbre.

Miras dentro de ti. Y deseas que termine
de una vez esta comedia ingrata.
Y que el olvido te abrace para siempre.




EL VASO


Siéntate
a la mesa.
Bebe un vaso
de agua. Saborea
cada trago.
Y piensa
en todo el tiempo
que has perdido.
El que estás perdiendo.
El tiempo
que te queda por perder.





EL EXTRANJERO


Me asomo a la terraza.
Una mujer se arregla el pelo
delante de un espejo
en el edificio de enfrente
de mi casa.
Estaba leyendo
a Dostoyevski. Cierro el libro,
lo dejo encima de la mesa,
me siento y abro
otra cerveza. Qué aburrido,
Dostoyevski, la cerveza,
las mujeres, los libros,
los espejos. Qué aburrido
sentarse y esperar la muerte
mientras la gente fornica,
come, trabaja o se solaza
bajo el sol raído de septiembre,
y uno sabe, positivamente,
que nada va a ocurrir.




MALA CONCIENCIA


A veces
cuando el pasado regresa
para torturarme
pienso en la mujer
de William Burroughs.
En su cabeza.
En la manzana
o el vaso,
o lo que fuera
que se puso encima.
En la pistola
que empuñó su marido
para volarlo todo
por la habitación.
Apenas he leído a Burroughs.
Pero es extraño,
las muchas maneras
en que una persona
te puede ayudar.






LAS PALABRAS


Las palabras son inútiles, tercas, retorcidas
como tornillos que no entran rectos.
Y me cansan. Pero son lo único que tengo.
Los juguetes de un niño pobre.
Yacen destripadas a mi alrededor.
Todo su encanto se derrama por sus vientres abiertos.
El mecanismo hace tiempo que dejó de resultar
intrigante o atractivo.
No hay desafío. No hay chispa. No hay color.
El mundo es tan gris como mi asco.
Las palabras son los puntales de mi abulia.
Pero son lo he dicho, lo repito lo único que tengo.




EPITAFIO


Aquí yace un hombre
que era alto
delgado
y solitario
y se pasaba la vida
sentado en la penumbra de cocinas
de casas de arrabal
bebiendo té
fumando cigarrillos
y preguntándose
por el sentido de las cosas.



Roger Wolfe. "Algo más épico sin duda (Antología poética)". 2017, Editorial Renacimiento




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