NOCHES
DE SOL
EN
las noches de sol acaloradas
cuando
medio planeta está dormido,
me
gusta recorrer el otro medio
buscando
una señal de alcohol y humo.
Me
pierdo en mi interior palpando a ciegas
una
buena razón para quedarme
desnudo
en el sofá, imaginando,
que
puede que haya alguien desarmado.
En
las noches de luna con goteras
despliego
ese paraguas de tristeza
que,
inexplicablemente, me conforta
y
me cierro por dentro con la llave
que
guardo en el bolsillo de mi miedo,
para
que mires por la cerradura.
DESASTRE
DE SASTRE
ME
prestaste tu piel por unas horas
y
solo supe usarte como abrigo.
Con
el calor que hacías.
PORQUE
NO
NO
me gustan los ruidos.
El
olor a pasado.
La
gente que te odia
por
falta de interés.
Los
malos entendidos.
Las
estatuas de cera.
No
soporto los gritos,
ni
a los que te consuelan
sin
darte la razón.
La
luz con cuentagotas.
La
obediencia debida.
No
me gusta el destino
ni
por casualidad.
Lo
malo conocido
ni
la razón de estado.
Las
mentiras sin duelo.
No
me gusta el dolor.
Los
que van de sinceros.
Los
genios compulsivos.
El
Dios al que la duda
no
supo consolar.
No
me gustan los santos
de
inocencia debida.
Que
anochezca temprano.
Que
amanezca deprisa.
Y,
claro, no gustar.
DESPECHO
AHORA
sé que tus palabras de amor
eran
los descartes de un poemario.
Siempre
me gustó coleccionar fracasos.
Lamentablemente
tu
fuiste uno de ellos.
Hay
días que me atrapa la tristeza
y
otro es ese <<tu otro yo>> quien la desata.
Esos
días me gusta desnudarme de ti
y
darme la espalda.
Y
dejo de acampar en tu mirada,
de
susurrar silencios y deseos,
de
abrir de par en par tus obsesiones.
Huyo
de hacerme daño,
de
esconderme en tu ombligo
y
adornar sus paredes
con
confeti y guirnaldas de colores.
Días
de tabla rasa
entre
el quiero y no puedo,
entre
el puedo y no sé.
Noches
de desempolvar besos,
que
creía perdidos,
y
quedarme dormido
arropando
un se fue.
Javier
Ruiz Taboada. "Entre tu espalda y mi pared". 2016,
Renacimiento.
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