DECLARACIÓN
DE INTENCIONES
He
necesitado
tan
solo
trece
mil latidos
y
un instante
para
nombrarte.
Eres.
Sed.
Y
calma.
Quede
este cuerpo
como
ofrenda
viva
e inmutable.
Sea
esta voz semilla tuya.
Perpetua.
Esparcida
al viento.
CAERÁN
LOS NOMBRES
“¿Y las
rosas? Pestañas
cerradas:horizonte
final.
¿Acaso nada?
Pero quedan
los nombres.”
Jorge
Guillén
Pretendes
cubrirme de luz,
a
mí que habito la penumbra.
Fugaz.
Vencido.
Como
un relámpago que rasga la tiniebla
para
hacer aún mayor la sombra
cuando
su trazo muere.
Mañana
tú y yo seremos tan solo sueño.
Recuerdo
silencioso de esta piel
que
se desprende cada día.
Huellas
sin pisadas,
camino
abierto.
Horas
detenidas
en
la muerte inadvertida de un reloj.
Entonces
caerán los nombres,
y
solo quedarán los labios
y
su lenguaje nuevo.
Incierto.
Desesperado.
Y
escribirán sobre la piel
un
nuevo invierno.
LETEO
Beber
tus aguas
es
reincidir
en
la desnudez del vértigo.
Implica
volver
a la superficie
con
un puñado de algas
enredadas
en las manos.
Y
verterlas lentamente
sobre
palabras hambrientas
que
ofrecen restos de sal
y
de penumbra.
Sumergirse
en tu leteo
no
es ir
donde
el olvido.
Es
ser naufragio
apenas
perceptible
en
que hundir la voz
y
mi silencio.
AMOR
Y TIEMPO
“Escribir
por tu piel
el mejor de
los poemas.”
TSB
acróbata
Escribo
en tu piel
con
un lenguaje sin formas.
¿Acaso
has olvidado
que
una vez llegaste a amar
aquel
baile de sombras
que
surgía de entre mi carne?
Recuerdo
un tiempo
de
árboles soñados.
De
inmolado aliento
entre
sábanas hambrientas
cuando
el día agonizaba.
Ahora
apenas rozo tu nombre,
y
de repente tu nombre
ya
no es tu nombre.
Es
un desgarro que aletea
y
atraviesa todos mis muros.
Ángel
vencido.
Espina
acariciada
que
busco ansiosa
y
encuentro en mi latido.
Mar
que mi mar calma.
Hoy,
amor,
es
otro amor el que nos halla.
Magda
Robles León. “En piel del Ángel Caído”. 2016, Entornográfico
Ediciones.
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