EL
VESTIDO NUEVO
Y
tu vestido nuevo, el que te hiciste
para
pasar la prueba del hastío
y
apoderarte de los corazones
que
se te resistían, aquel traje
que
inauguraba el mundo, que fundía
los
metales pesados, que te daba
las
llaves de un imperio donde el morbo
era
rey, aquel mínimo vestido
que
nunca te pusiste para mí...
LA
INFANCIA COMO ANTORCHA
EN
EL SUBTERRÁNEO
Lo
mató la vida muy pronto.
Se
apagó el fuego que alumbraba
las
pupilas del niño triste
cuando
mordía una manzana,
acariciaba
a su mascota
o
leía cuentos de hadas.
Pero
su fuego sigue ardiendo
en
mis victoriosas mañanas,
tantos
años después, y alumbra
la
noche oscura de mi alma.
BASURA
GENÉTICA
Durante
tres milenios los tipos más valiosos,
más
fuertes y más listos de la especie
―la
flor y nata de la juventud―
se
fueron a la guerra
y
murieron sin gloria
en
los remotos campos de batalla,
mientras
que los enfermos y los débiles,
los
corruptos y los cobardes
se
quedaban en casa y se reproducían.
De
ahí venimos todos nosotros.
Llevamos
tres milenios perdiendo a los mejores
para
que los inútiles
salven
la vida y sigan engendrando.
Por
eso somos todos,
treinta
siglos después,
lo
peor de cada tribu:
desperdicios,
basura irreciclable.
ANTE
EL ESPEJO
Ofreces
un aspecto deplorable
ante
el espejo, con la piel barrosa
y
surcada de arrugas, con los ojos
febriles
y agotados. Cada vez
que
un adulto se mira en el espejo
a
partir de una cierta edad, la impía
y
vil Naturaleza lo reclama
al
mundo del olvido, donde reina
la
noche. Eso te pasa a ti ahora mismo.
SU
CUERPO
Permaneció
de pie junto a la puerta,
vestida
solo con una toalla
ceñida
al cuerpo. Me miraba como
si
quisiera que yo la devorase,
y
eso acabó con mi resaca: el día
no
podía empezar mejor. Me dijo:
<<Me
gustas mucho>>. <<¿Hasta qué punto?>>, dije.
<<Hasta
este punto>>, dijo, y la toalla
cayó
al suelo. Y la charla terminó.
Luis
Alberto de Cuenca. “Cuaderno de vacaciones”. 2015, Círculo de
Lectores.
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