Frente al silencio.

Frente al silencio.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Aldous Huxley.


Fragmento.


-Mi joven y querido amigo-dijo Mustafá Mond-, la civilización no tiene absolutamente ninguna necesidad de nobleza ni de heroísmo. Esas cosas son síntomas de ineficacia política. En una sociedad debidamente organizada como la nuestra, nadie tiene la menor oportunidad de ser noble y heroico. Las condiciones deben hacerse del todo inestables antes de que surja tal oportunidad. Donde hay guerras, donde hay dualismo de lealtades, donde hay tentaciones que resistir, objetos de amor por los cuales luchar o que defender, ahí, obviamente la nobleza y el heroísmo tienen algún sentido. Pero actualmente no hay guerras. Se tienen todos los cuidados posibles para prevenir que cualquiera pueda amar demasiado a otra persona. No existe la posibilidad de escoger entre dos lealtades o fidelidades; todos están condicionados de modo que no pueden hacer otra cosa más que lo que deben hacer. Y lo que uno debe hacer resulta tan agradable que se permite el libre juego de tantos impulsos naturales, que realmente no existen tentaciones que uno deba resistir. Y si alguna vez, por algún desafortunado azar, ocurriera algo desagradable, siempre queda el soma para calmar nuestra ira, para reconciliarnos con nuestros enemigos, para hacernos pacientes y sufridos. En el pasado, tales cosas sólo podían conseguirse haciendo un gran esfuerzo y después de muchos años de duro entrenamiento moral. Ahora, usted se toma dos o tres tabletas de medio gramo, y está listo. Ahora, cualquiera puede ser virtuoso. Uno puede llevar al menos la mitad de su moralidad en un frasco. El cristianismo sin lágrimas: esto es el soma.





Aldous Huxley. “Un Mundo Feliz”. 2005, Grupo Editorial Tomo.



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