mi
padre y el holgazán
mi
padre creía en el trabajo.
se
enorgullecía de tener un
empleo.
a
veces no tenía
trabajo
y estaba muy
avergonzado.
estaba
tan avergonzado que
salía
de casa por la mañana
y
luego regresaba por la tarde
para
que los vecinos no se
enteraran.
a
mí,
me
caía bien el vecino de al lado:
se
repantigaba en un sillón en
el
jardín de atrás y lanzaba dardos
contra
unos círculos que había pintado
en
la pared del garage.
En
Los Ángeles en 1930
era
dueño de una sabiduría que a
Goethe,
Hegel, Kierkegaard,
Nietzsche,
Freud,
Jaspers,
Heidegger y
Toynbee
les resultaría difícil
desmentir.
nos
conoce a todos
el
infierno trepa por la ventana
sin
hacer ruido
entra
en mi habitación
se
quita el sombrero
y
se sienta en el sofá frente a mí.
me
río.
entonces
se me cae la lámpara de la mesa,
la
cojo justo antes de que llegue al
suelo,
y al hacerlo,
derramo
la
cerveza.
―mierda―
digo;
cuando
vuelvo a levntar la vista
el
hijo de puta
se
ha largado;
¿a
buscarte a ti,
amigo
mío?
este
instante
es
una farsa, los grandes actores, los grandes poetas, los
grandes
estadistas,
los grandes pintores, los grandes compositores, los
grandes
amantes,
es
una farsa, una farsa, una farsa,
la
historia y su registro,
olvídalo,
olvídalo.
tienes
que empezar desde cero.
descartarlo
todo.
desechados
todos
estás
solo con el presente.
mírate
las uñas.
tócate
la nariz.
comienza.
el
día se abalanza sobre
ti.
tipos
jóvenes
una
y otra vez
tipos
jóvenes me escriben
la
misma carta:
“no
sé escribir, pero
quiero
escribir. leo
lo
que escribe usted
y
quiero
escribir
igual.
¿puede
decirme
algo
que me sirva de ayuda,
por
favor?
todo
a mi alrededor las
colinas
están ardiendo,
las
aguas pasan
arrasando
infestadas
de
ratas.
las
calles rugen
y
bostezan para
engullirme.
me
atraganto
y
no puedo respirar.
¿que
quieren escribir?
¿como
yo?
¿a
qué se refieren?
¿qué
es escribir?
lo
único que quiero es irme a
la
cama
cerrar
los ojos
y
dormir
para
siempre.
castaños
y solemnes
el
perro se sube de un salto a la cama
se
arrastra hacia mí.
―¿eres
la Palabra?―
le pregunto.
no
responde.
―¿eres
la Palabra? busco la Palabra.
tiene
ojos castaños y solemnes.
―estoy
esperando a la Palabra―
le digo―,
voy
de aquí para allá como un hombre
en
una enorme
sartén
al rojo vivo.
menea
el rabo e intenta
lamerme
la cara.
―eh―
dice ella desde el cuarto de baño―,
¿por
qué no te levantas de la cama
y
dejas de hablar con ese perro?
Mis
padres tampoco
me
entendían.
manual
de combate
a
Céline lo acusaron de nazi
a
Pound lo acusaron de fascista
a
Hamsum lo acusaron de nazi y de fascista.
a
Dostoievski lo pusieron ante un pelotón
de
fusiamiento
y
a Lorca le pegaron un tiro
a
Hemingway lo sometieron a electrochoques
(y
ya sabes que se pegó un tiro)
y
a Villon lo echaron de la ciudad (París)
y
Maiakovsji
desilusionado
con el régimen
y
tras una trifulca con su amante,
bueno,
también
se pegó un tiro.
Chatterton
tomó veneno para ratas
y
funcionó.
y
hay quien dice que Malcolm Lowry murió
ahogado
en sus propios vómitos
mientras
estaba borracho.
Crane
acabó hecho pedazos por las
hélices
o los tiburones.
el
sol de Harry Crosby era negro.
Berryman
prefería el bridge.
Plath
no encendió el horno.
Séneca
se cortó las venas en el
baño
(es mejor así:
en
agua caliente).
Thomas
y Behan se mataron a
borracheras
y
hay
muchos otros.
¿y
tú quieres ser
escritor?
es
una guerra de ésas:
la
creación mata,
muchos
se vuelven locos,
hay
quienes pierden el rumbo y
ya
no pueden
seguir
haciéndolo.
algunos
llegan a viejos.
unos
pocos ganan dinero.
los
hay que se mueren de hambre (como Vallejo).
es
una guerra de ésas:
hay
bajas por todas partes.
muy
bien, adelante
hazlo
pero
cuando te muelan a palos
por
tu flanco más débil
no
me vengas con
lloriqueos.
ahora
voy a fumar un pitillo
en
la bañera
y
luego me voy a
dormir.
tira
los dados
si
vas a intentarlo, ve hasta el
final.
de
otro modo, no empieces siquiera.
si
vas a intentarlo, ve hasta el
final.
tal
vez suponga perder novias,
esposas,
parientes, empleos y
quizá
la cabeza.
ve
hasta el final.
tal
vez suponga no comer durante 3 o
4
días.
tal
vez suponga helarte en el
banco
de un parque.
tal
vez suponga la cárcel,
tal
vez suponga mofas,
desdén,
aislamiento.
el
aislamiento es la ventaja,
todo
lo demás es un modo de poner a prueba tu
resistencia,
tus
auténticas
ganas de
hacerlo.
y
lo harás
a
pesar del rechazo y las
ínfimas
probabilidades
y
será mejor que
cualquier
otra cosa
que
pudieras imaginar.
si
vas a intentarlo,
ve
hasta el final.
no
hay sensación
parecida.
estarás
a solas con los
dioses
y
las noches arderán en
llamas.
hazlo,
hazlo, hazlo.
hazlo.
hasta
el final.
hasta
el final.
llevarás
las riendas de la vida hasta
la
risa perfecta, es
la
única lucha digna
que
hay.
Charles
Bukowski. “Lo más importante es saber atravesar el fuego”. 2015,
Colección Visor de Poesía.
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