Renacimiento
★
Vivo
entre paredes de cristal,
En
un despacho con vistas
Y
por las tardes me revuelco por el suelo,
Mi
perro empieza a estar mayor
Y
mi vecina de fiestas,
Mi
vecina es demasiado remilgada.
A
veces me siento solo,
Nunca
doy fiestas
Escucho
a mi vecina trajinar,
A
veces mi vecina exagera.
No
renuncio a gustar,
Comienzo
a preguntarme:
¿De
verdad estoy mayor?
¿De
verdad soy sincero?
★
Las
noches pasan por mí como un gran tren laminado
Y
conozco el desgaste de las mañanas sin esperanza
El
cuerpo que se fatiga, los amigos que se distancian,
Y
la vida que recoge una a una sus cartas.
Caeré
un día, y por mi propia mano:
Se
cansó de luchar, dirán los médicos.
★
Criatura
de labios acogedores
Sentada
enfrente, en el metro,
No
seas tan indiferente:
Amor,
nunca se tiene demasiado.
★
Hay
un camino, una posibilidad del camino
Y
hay también una señal
Que
es dada a unos pocos,
Pero
esos pocos no son dignos.
Entre
las flores del sofá
Mis
ojos encuentran un camino
Renuncio
a disculparme,
Primero
va el ojo y después la mano.
La
posibilidad de vivir
Comienza
en la mirada del otro
Tus
ojos me aspiran y yo me embriago,
Me
siento limpio de culpa.
La
liberación, siento venir la liberación
Y
la vida libre, ¿en qué se sustenta?
Ciertos
minutos son verdaderamente hermosos,
Reconozco
mi inocencia.
Michel
Houellebecq. “Poesía”. 2012, Anagrama.
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