LA
SOLEDAD
Para
los que jamás
unieron
una tarde
el
amor con el sexo,
y
en esa tarde fría
sólo
el placer cumplieron
y
no tuvieron paz:
el
cuerpo de una mujer
no
se mostró sumiso
brindando
la confianza
y
hablando del futuro
―dos
cuerpos y una vida―,
con
la complicidad
de
sábanas muy blancas,
limpias
como la sal.
Para
los desgraciados
que
en el sexo no hallaron
las
músicas del mundo,
las
pinturas del mundo,
las
novelas del mundo,
porque
ese sexo vacuo
sólo
sabía a cuerpo.
Para
los que en un cuerpo
jamás
grabaron lenguas
que
parecían sangre,
en
bocas tan oscuras
como
claro su gusto.
Para
los tristes hombres
con
un cuerpo sin centro
y
tacto que no sueña,
para
los tristes machos
yo
puedo comentar
que
los años sin Ella,
a
pesar del placer
con
los cuerpos de otras,
van
a ser como corcho,
como
corcho podrido,
como
cieno de cerdo,
a
pesar de ignorarlo,
como
cieno de cerdo,
a
pesar de olvidarlo.
FASCINACIÓN
No
entrar en lo aceptado,
en
el pesado polen de las vidas,
ese
día en que rompes tu pasado
pues
lo conoces todo.
Inmerso
en la laguna del verano,
respiras
aire intacto, sin relieve.
El
cuarto está callado como un bosque.
Te
conviertes en arte,
te
conviertes en dios.
Mas
no se trata del mañana ahora.
Es
mucho más sencillo:
está
vivo ante todo,
vas
desapareciendo.
Si
el presente te presta su atención
es
la última brizna de tu vida.
Lo
sé, en algún momento estuve allí,
visité
una escollera junto a alguien.
Con
insolencia estuve en lo imposible.
Luis
Antonio de Villena. “La lógica de Orfeo. (Antología)”. 2003,
Visor.
2 comentarios:
Hoy estoy un poco melancolica. Besos.
Bellos ambos poemas.
Feliz día, Amapola.
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