Frente al silencio.

Frente al silencio.

viernes, 4 de octubre de 2019

Letitia Ilea




POEMA PARA LOS AMIGOS

mis amigos se han hecho mayores
otra generación hace literatura ahora
ellos tienen hijos y llevan corbata
tienen un leve principio de barriga no están tristes
inspiran expiran ostentosamente tienen buen color
ya no se cuelan llevas bolsas pesadas
hablan alto escuchan el parte meteorológico
tienen muchos conocidos ya no escriben poemas
cuando están solos miran la televisión
cuando tienden la ropa entrevén el cielo

ellas han dejado de fumar y van meticulosamente maquilladas
son mujeres sin complejos no sufren de insomnio
quedamos a veces y me proponen seguir su ejemplo
ver cómo se han convertido sus buhardillas en pisos
me tratan como si fuera una cámara para filmar

mientras tanto yo invento nuevas bocanadas de humo
con los ojos cerrados reparto los números ganadores
escucho jazz llevo zapatillas por la calle
escribo cartas y espero





SOBRE PÉRDIDAS Y GANANCIAS

aquí se necesita método
qué se tiene que colocar a la izquierda qué a la derecha
quién tiene el valor de contar las bolitas rojas y negras
es bien sabido que las rojas se convierten con facilidad en negras
y a causa de las negras a menudo te sale sangre de la nariz
y qué si vuelvo a pensar en pérdidas y ganancias
el cerezo sigue viejo y seco
las patas de gallo de los ojos ya no se van al lavarse
he perdido he ganado no he hecho balance
ahora soy tan solo el tejado de una casa
en la que no sabré nunca qué hay
no voy a poner orden no voy a abrir las ventanas
no voy a regar las plantas
a veces miro dentro a escondidas
ante mí se abren mil caminos
por los que ya no puedo ir
veo mil países que no voy a poder recorrer nunca
escucho cantidad de voces hablando lenguas
en las que yo ni tan siquiera sé decir “sí” o “no”
en las que las palabras “pérdidas” y “ganancias”
significan lo mismo




QUÉ QUEDARÁ

y después de haberlo dicho todo
qué quedará
después de haber masticado todos los recuerdos
dónde nos esconderemos
después de haber llorado todas las lágrimas
cuánto más tendremos que caminar

lo he dicho todo y aún quedaría
he recordado cada momento y he olvidado bastante
he llorado lo que tenía que llorar
y las lágrimas de ahora no son mías

estamos aquí cara a cara
como dos fotografías mal reveladas
por el objetivo la imagen tenía profundidad contraste
los rostros tenían los contornos claros
ahora vemos solo el humo no el fuego
solo las piedras duras no el agua corriendo

podremos todavía decir recordar algo
por este camino ya no pasa nadie






LAS COSAS QUE TEMO

si escribo sobre las cosas que temo
éstas no van a palidecer
si cuento el sueño
en el que ya no alcanzo a papá
va a resultar que nosotros dos
nunca hemos sabido mucho
el uno del otro
un poema sobre el temor
que ya no voy a escribir jamás
es muy probable que sea un poema malo
las cosas que temo sobre las que escribo
no son enfermedades vencidas sino enfermedades sin remedio
blandos espejos de los que
ya no puedo apartar la mirada




DE ANTES

unos paquetes de libros
salvados del traslado
el viejo perro de peluche libretas del colegio
la mochila roja
ruidos secos por entonces vivía papá
qué más podría decir
por el humo del cigarrillo aquel fuego
hemos enterrado el ascua y nos hemos ido
cada uno por su lado
en el aire todavía persistían poemas casi materiales
ahora llueve
sobre el mercadillo de antigüedades
que ahora es tu vida




Letitia Ilea. “Sobre pérdidas y ganancias”. 2014, Valparaíso Ediciones.





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