POEMA
PARA LOS AMIGOS
mis
amigos se han hecho mayores
otra
generación hace literatura ahora
ellos
tienen hijos y llevan corbata
tienen
un leve principio de barriga no están tristes
inspiran
expiran ostentosamente tienen buen color
ya no
se cuelan llevas bolsas pesadas
hablan
alto escuchan el parte meteorológico
tienen
muchos conocidos ya no escriben poemas
cuando
están solos miran la televisión
cuando
tienden la ropa entrevén el cielo
ellas
han dejado de fumar y van meticulosamente maquilladas
son
mujeres sin complejos no sufren de insomnio
quedamos
a veces y me proponen seguir su ejemplo
ver
cómo se han convertido sus buhardillas en pisos
me
tratan como si fuera una cámara para filmar
mientras
tanto yo invento nuevas bocanadas de humo
con los
ojos cerrados reparto los números ganadores
escucho
jazz llevo zapatillas por la calle
escribo
cartas y espero
SOBRE
PÉRDIDAS Y GANANCIAS
aquí
se necesita método
qué se
tiene que colocar a la izquierda qué a la derecha
quién
tiene el valor de contar las bolitas rojas y negras
es bien
sabido que las rojas se convierten con facilidad en negras
y a
causa de las negras a menudo te sale sangre de la nariz
y qué
si vuelvo a pensar en pérdidas y ganancias
el
cerezo sigue viejo y seco
las
patas de gallo de los ojos ya no se van al lavarse
he
perdido he ganado no he hecho balance
ahora
soy tan solo el tejado de una casa
en la
que no sabré nunca qué hay
no voy
a poner orden no voy a abrir las ventanas
no voy
a regar las plantas
a veces
miro dentro a escondidas
ante mí
se abren mil caminos
por los
que ya no puedo ir
veo mil
países que no voy a poder recorrer nunca
escucho
cantidad de voces hablando lenguas
en las
que yo ni tan siquiera sé decir “sí” o “no”
en las
que las palabras “pérdidas” y “ganancias”
significan
lo mismo
QUÉ QUEDARÁ
y
después de haberlo dicho todo
qué
quedará
después
de haber masticado todos los recuerdos
dónde
nos esconderemos
después
de haber llorado todas las lágrimas
cuánto
más tendremos que caminar
―lo
he dicho todo y aún quedaría
he
recordado cada momento y he olvidado bastante
he
llorado lo que tenía que llorar
y
las lágrimas de ahora no son mías―
estamos
aquí cara a cara
como
dos fotografías mal reveladas
por
el objetivo la imagen tenía profundidad contraste
los
rostros tenían los contornos claros
ahora
vemos solo el humo no el fuego
solo
las piedras duras no el agua corriendo
podremos
todavía decir recordar algo
por
este camino ya no pasa nadie
LAS
COSAS QUE TEMO
si
escribo sobre las cosas que temo
éstas
no van a palidecer
si
cuento el sueño
en
el que ya no alcanzo a papá
va
a resultar que nosotros dos
nunca
hemos sabido mucho
el
uno del otro
un
poema sobre el temor
que
ya no voy a escribir jamás
es
muy probable que sea un poema malo
las
cosas que temo sobre las que escribo
no
son enfermedades vencidas sino enfermedades sin remedio
blandos
espejos de los que
ya
no puedo apartar la mirada
DE
ANTES
unos
paquetes de libros
salvados
del traslado
el
viejo perro de peluche libretas del colegio
la
mochila roja
ruidos
secos por entonces vivía papá
qué
más podría decir
por
el humo del cigarrillo aquel fuego
hemos
enterrado el ascua y nos hemos ido
cada
uno por su lado
en
el aire todavía persistían poemas casi materiales
ahora
llueve
sobre
el mercadillo de antigüedades
que
ahora es tu vida
Letitia
Ilea. “Sobre pérdidas y ganancias”. 2014, Valparaíso Ediciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario