GARABATAZOS
Al
principio creí en algunas cosas
y
creí que esas cosas eran importantes
así
que luché por ellas, o con ellas,
que
es la mejor forma de luchar por algo.
o
por alguien.
Al
principio me llené de sueños
porque
no pensaba que los sueños pudieran ser un lujo.
me
llené de sueños y me dije:
así,
si los voy perdiendo, me quedará siempre alguno del que poder tirar.
en
caso de desvanecimiento.
Al
principio yo no sabía de qué color eran las mentiras.
a qué sabía la rabia.
cuál
era el significado último de ciertas lágrimas en ciertos ojos.
Ahora
distingo de entre colores el gris,
mastico
amargura con los puños,
y
he memorizado unos cuantos diccionarios de palabras para explicar un
lloro.
Ya
no miro tanto al cielo, pero aún resisto en caminar mirando hacia
bajo.
En
época de cambios,
miras
tus nuevas paredes y piensas que no va tan mal,
repasas
los teléfonos que no usas
imaginando
qué sería de ti si hubieras seguido llamando.
A
ratos, te buscas excusas y haces un trato contigo mismo:
mirar
lo bueno del camino para poder asumir lo malo.
Y
extiendes las manos esperando que llueva de nuevo.
buscando
el ácido pálpito de las dudas en la lengua.
Al
principio era un cuento lleno de planos para palacios por construir.
ahora
fumo tranquilo en un piso alquilado
y
miro la papelera llena de folios rotos
a
garabatazos.
Ni
me cuesta sonreír, ni no hacerlo me hace daño.
Escandar
Algeet. “Alas de mar y prosa”. 3º edición, Enero 2013. Edit. Ya
lo dijo Casimiro Parker.
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