SI
ESTO ES UN HOMBRE
Yo
siempre he sido el niño que se aguanta la risa
en
el segundo banco de la iglesia
antes
de engullir la hostia consagrada.
Un
subdelegado votado medio en broma
que
reclama imparcialidad ante los exámenes.
Siempre
he sido la mancha en la pared.
El
bufón llorando en el entierro de un amigo.
Yo
soy aquel que por las noches te describe.
Ya
sobreviví a mi propio Holocausto.
Confieso
que escribo en verso por pura pureza.
NUEVA
TEMPORADA
Estabas
preciosa con tu uniforme
de
El Corte Inglés y yo iba muchos días
a
esperarte a la salida. ¿Te acuerdas?
Te
esperaba tras una esquina,
te
tapaba fuerte la boca,
para
que no gritaras, susurraba
que,
si chillabas, te mataría,
te
arrastraba a un portal cercano,
entre
empujones y amenazas
soeces.
Y luego jugaba
a
violarte.
Y
tú jugabas a que te violaba
y
te gustaba.
Al
terminar, nos íbamos a casa
creyéndonos
los más modernos y entregados
a
nuestras fantasías sexuales
de
mentirijillas.
Pero
un día de primavera,
¿te
acuerdas?, te esperé tras una
esquina
diferente, te tapé
la
boca de otra manera,
puse
otra voz al susurrarte,
¿te
acuerdas? Y también varié
el
ritmo, la presión y el ángulo
habitual
de mis embestidas.
Ese
día, ¿recuerdas?, te corriste
más
que nunca, nos volvimos a casa
sin
hablarnos, nos acostamos
sin
decirnos nada y, al día siguiente,
antes
de que volvieras, ya me había
marchado
para siempre de tu vida.
Estabas
preciosa con tu uniforme
de
El Corte Inglés por las rodillas,
pero
no he vuelto a esa jodida tienda
desde
aquel horrible día (¿te acuerdas?)
y,
cada vez que anuncian que ha llegado
de
nuevo la primavera, me escondo
tras
esa misma esquina y lloro
tu
recuerdo a lágrima viva.
CARTA
ABIERTA DE LO QUE QUEDABA
DEL
VÍCTOR PEÑA DE 19 AÑOS DIRIGIDA
AL
ACTUAL VÍCTOR PEÑA ANTES DE
DESAPARECER
PARA SIEMPRE
Tú
antes molabas.
Bart
Simpson
No
quiero ser duro contigo,
que
bastante tienes con lo que tienes.
Mírate,
eso no era lo pactado:
eres
la publicidad engañosa
de
lo que yo prometía. El reverso
caducado
de una tapa dorada.
Eres
Kennedy y Zapatero.
El
casi pero al final no.
Eres
la alergia de la primavera,
una
oferta que sale cara.
El
delirio sin aires de grandeza.
Eres
la realidad tras la esperanza,
la
resaca de las celebraciones
y
las agujetas del sexo
mediocremente
salvaje.
Eres
Rod Stewart.
Guti.
Obama.
Tao
Lin.
Eres
peor que Stone Roses.
Pero
no quiero ser duro contigo.
Solo
quería despedirme:
no
te veré pagar una hipoteca
ni
ponerte (aún) más gordo.
No
veré cómo te casas y te largas
de
luna de miel a un infierno carísimo.
No
veré cómo te compras un coche
y
malvendes tus discos de vinilo.
No
te veré caer en el voto útil
ni
en las rebajas de Ikea.
No
pasaré la vergüenza
de
oírte blasfemar pidiendo
una
cerveza sin alcohol.
No
te veré morir.
Víctor
Peña Dacosta. "LA HUIDA HACIA DELANTE". 2014, Ediciones de
La Isla de Siltolá.
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