Frente al silencio.

Frente al silencio.

martes, 3 de abril de 2018

Víctor Peña Dacosta





SI ESTO ES UN HOMBRE


Yo siempre he sido el niño que se aguanta la risa
en el segundo banco de la iglesia
antes de engullir la hostia consagrada.

Un subdelegado votado medio en broma
que reclama imparcialidad ante los exámenes.

Siempre he sido la mancha en la pared.

El bufón llorando en el entierro de un amigo.

Yo soy aquel que por las noches te describe.

Ya sobreviví a mi propio Holocausto.

Confieso que escribo en verso por pura pureza.





NUEVA TEMPORADA


Estabas preciosa con tu uniforme
de El Corte Inglés y yo iba muchos días
a esperarte a la salida. ¿Te acuerdas?
Te esperaba tras una esquina,
te tapaba fuerte la boca,
para que no gritaras, susurraba
que, si chillabas, te mataría,
te arrastraba a un portal cercano,
entre empujones y amenazas
soeces. Y luego jugaba
a violarte.
Y tú jugabas a que te violaba
y te gustaba.

Al terminar, nos íbamos a casa
creyéndonos los más modernos y entregados
a nuestras fantasías sexuales
de mentirijillas.

Pero un día de primavera,
¿te acuerdas?, te esperé tras una
esquina diferente, te tapé
la boca de otra manera,
puse otra voz al susurrarte,
¿te acuerdas? Y también varié
el ritmo, la presión y el ángulo
habitual de mis embestidas.

Ese día, ¿recuerdas?, te corriste
más que nunca, nos volvimos a casa
sin hablarnos, nos acostamos
sin decirnos nada y, al día siguiente,
antes de que volvieras, ya me había
marchado para siempre de tu vida.

Estabas preciosa con tu uniforme
de El Corte Inglés por las rodillas,
pero no he vuelto a esa jodida tienda
desde aquel horrible día (¿te acuerdas?)
y, cada vez que anuncian que ha llegado
de nuevo la primavera, me escondo
tras esa misma esquina y lloro
tu recuerdo a lágrima viva.







CARTA ABIERTA DE LO QUE QUEDABA
DEL VÍCTOR PEÑA DE 19 AÑOS DIRIGIDA
AL ACTUAL VÍCTOR PEÑA ANTES DE
DESAPARECER PARA SIEMPRE


Tú antes molabas.
Bart Simpson


No quiero ser duro contigo,
que bastante tienes con lo que tienes.
Mírate, eso no era lo pactado:
eres la publicidad engañosa
de lo que yo prometía. El reverso
caducado de una tapa dorada.

Eres Kennedy y Zapatero.
El casi pero al final no.

Eres la alergia de la primavera,
una oferta que sale cara.
El delirio sin aires de grandeza.
Eres la realidad tras la esperanza,
la resaca de las celebraciones
y las agujetas del sexo
mediocremente salvaje.

Eres Rod Stewart.
Guti.
Obama.
Tao Lin.
Eres peor que Stone Roses.

Pero no quiero ser duro contigo.
Solo quería despedirme:
no te veré pagar una hipoteca
ni ponerte (aún) más gordo.
No veré cómo te casas y te largas
de luna de miel a un infierno carísimo.
No veré cómo te compras un coche
y malvendes tus discos de vinilo.

No te veré caer en el voto útil
ni en las rebajas de Ikea.
No pasaré la vergüenza
de oírte blasfemar pidiendo
una cerveza sin alcohol.

No te veré morir.




Víctor Peña Dacosta. "LA HUIDA HACIA DELANTE". 2014, Ediciones de La Isla de Siltolá.




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