A Javier Peña llegué de casualidad gracias a ese maravilloso podcast que
realiza: Grandes infelices. Un podcast sobre escritores cuyas vidas son tanto o
más interesantes que sus propias obras. Y aquí aprovecho para recomendarlo.
Bastante tiempo después de seguirle y escucharlo, sobre todo mientras cocino, un
día de este pasado septiembre vi en X que publicaba este libro de Tinta
invisible, y le comenté que me lo pediría para mi cumple. Y así fue, y también
se lo hice saber cuando me llegó. En ambas ocasiones me contestó y nos
alegramos. Es un libro que habla de literatura y es literatura, nos cuenta
muchas anécdotas, rutinas y manías de escritores universales, así como la
necesidad que tenemos de contarnos historias y de la reconciliación de un hijo
con su padre en las postrimerías de la última despedida. Un libro que transita
por distintos géneros literarios: ensayo, novela, diario... Un libro hermoso, de
gran emotividad sin duda. Y que destaco, de manera sobresaliente, porque Javier
Peña ha conseguido que mientras lo leía, en mi cabeza estuviera en todo momento
escuchando su voz, la misma del podcast que tan bellas e interesantes historias
nos cuenta de esos grandes infelices de la literatura. Javier Peña tiene una voz
única contando historias, la voz de un hijo cuyo padre también fue un gran
lector, y hombre de la mar... Como yo mismo, aunque ya en tierra, pero
igualmente siempre persiguiendo, todo ojos y oídos, ese horizonte que nunca
sabes qué de nuevo traerá para contarnos.Gracias, Javier, por este libro, por
dejarnos las cintas de la historia con tu padre, y también la cámara con la que
continuar animándonos a contar la nuestra propia. Porque, qué es un buen libro, sino la
invitación a escribir, a continuar contándonos nosotros mismos a través de las
lecturas que nos ayudan y completan.
#javierpeña #tintainvisible #blackiebooks
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