Frente al silencio.

Frente al silencio.

domingo, 28 de agosto de 2016

Ray Loriga (II)



Fragmentos:



      Sigue con tu historia. Enfermedades, muertes, suerte, millones por casi nada en la televisión, vendedores de alfombras y de remedios contra la impotencia y cirujanos, qué gente tan extraña los cirujanos que se meten dentro de los demás y después salen como si nada y bancos, dinero, comisiones, intereses que crecen alrededor de una deuda como una ballena que crece alrededor de Jonás, sida, sobre todo sida, sigue con lo que estabas haciendo sida, no te vayas a cortar ahora, si no estoy en casa empieza con los curas y después regálate debajo de las tapas de yogures. Big Bang, nuevas teorías acerca de la creación de la vieja mierda y Dios es parapléjico y bienaventurados los homosexuales y los yonquis porque ellos nos precederán en el reino de los cielos, olimpiadas, y campeonatos del mundo de fútbol y genocidios y epidemias, las siete plagas, los negros, habrá que ver qué hacemos con los negros y las mujeres, también habrá que ver qué hacemos con ellas y los enanos, no hay que olvidar a los enanos, y sobre todo no juzgues desde lejos porque a lo mejor el que parece un enano está de rodillas y a lo mejor está rezando, pero a lo mejor la está chupando, así que no te descuides y piensa que un cuello de hombre blanco ya casi no vale nada y joder, sé que no es culpa mía, pero tampoco era culpa suya antes, así que a correr, y culos blancos corriendo y filipinos crucificados con clavos de ferretería como un moisés separando las aguas de una piscina y el Papa a por uvas, carreteras, puentes, ingenieros de caminos, satélites de telecomunicaciones, todas las violaciones del planeta y algunas multinacionales y quemaduras de primer grado en el salón de su casa en menos de diez segundos y planes para algo definitivamente mejor que todavía no tiene nombre; seguir sin mí.

***






      ¿Qué se puede hacer con una mujer que no se conoce? ¿Qué se puede hacer con una vida que no se tiene? ¿Cómo es que todo lo que dicen los médicos sobre idealizar y fracasar y tener miedo y acerca de soñar con cajas o murciélagos o serpientes no sirve de nada?
      ―¿Por qué no hablas de las mujeres que has conocido?
      ―Porque no me da la gana.
      ―Las mujeres no van a hacerte daño.
      ―Visto desde el barco nada parece muy peligroso, pero aquí en el agua todo está oscuro debajo de los pies y hay que ser muy bueno para no hundirse.
      ―¿Cuándo hablarás de mujeres de verdad, de sus tetas y sus coños, de follar con ellas y de metérsela por el culo?
      ―Supongo que esto es un tratamiento de choque.
      ―Quiero saber si eres capaz de acercarte a una mujer real.
      ―Quiere saber si se me pone dura.
      ―Eso también.
      ―Se me pone dura, y si eso es lo que le interesa le contaré que la meto por todos los agujeros y que le doy con ganas hasta que me corro. Normalmente mientras me corro siempre las llamo putas.
      ―En tus sueños, ¿la chica rubia te la chupa?
      ―En mis sueños Dios me la chupa.
      ―¿Cuándo vas a ser capaz de afrontar las cosas?
      ―Cuando dejen de disparar.

***









      Bien, es importante que empieces a saber qué es lo que harán contigo cuando te atrapen. Te apedrearán cuando digas que sólo tratabas de encontrar un agujero donde meterte. Nadie aceptará tus excusas, dirán: Puede que hayas pasado los días tropezando con la tristeza, pero hemos seguido tus huellas y no nos gusta el sitio al que nos han llevado. Tú dirás: Sólo quería conocer a un niño que no confundiese a sus padres con un martillo. Te preguntarán por las peleas de gallos, y no les bastará con que digas que no te gusta la sangre, querrán ver tus canciones y después querrán enterrarte con ellas. Te apedrearán cuando les cuentes la historia de los dos chicos que echaban carreras y buscaban atajos y nunca volvieron a encontrarse. No quieren historias con finales abiertos. Es una de tus mejores historias, pero para ellos un lobo puede ser un perro y un perro puede ser nada. Puede que las cosas funcionen así para ti, pero para ellos todas tus desgracias no son más que nueces en su ensalada. Tenías un trabajo, y tratabas de mantenerte despierto en casi todas las conversaciones, Dios sabe que lo intentabas, y Dios sabe lo poco que te interesan la mayoría de los planetas y todas las plantas exóticas que crecen en sus jardines. Cuando parecía que lo querías todo sólo buscabas algo para ti. Llegaste a perderte en uno de esos días de papel adhesivo. Desconfiaste de tu reloj y borraste todos los nombre de tu agenda. Te pusiste el bañador justo antes de que ellos dijeran: Enero. Dijiste: Lo siento sinceramente, he tenido una infancia extraña. Pero ellos te dijeron: Nada es personal, sólo estamos disparando contra todo lo que se mueve.

***





      CANCIÓN PARA EL CHICO QUE SE EMPEÑABA EN CONSEGUIRLO A PESAR DE QUE LAS APUESTAS ESTABAN 9 CONTRA I


      Alguien le dijo al más pequeño: Ésta no es la manera, chico, no es así como se supone que debes hacerlo.
      Alguien le dijo cuando ya había empezado a equivocarse: Mejor busca por otro lado, puedes contar conmigo para un cambio brusco. Uno que casi no hablaba su idioma añadió: Las carreteras serán muros, las baldosas colmillos, los puentes agujeros y los agujeros, agujeros.
      Alguien le dijo al más pequeño: Esto no le ha salido bien a nadie. Pero él no dejaba de mirar sus botas rojas y sólo podía escuchar el sonido de sus propios pasos.
      Cuando por fin encontré a Bowie estaba sentado debajo de un ángel de bronce. Sabía que estaría debajo de un ángel desde el principio, pero Berlín está lleno de ángeles.
      Llevaba los ojos pintados de azul y el pelo rojo. Sabía que había llegado hasta allí por él y por eso apenas me miraba. Empezó a llover, pero no nos movimos. Ni el ángel, ni Bowie, ni yo.
      Cuando ya era casi de noche me dijo:
      No tienes por qué preocuparte, aún eres demasiado joven para elegir.





Ray Loriga. “Héroes”. Plaza&Janés Editores, 1993.







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