Frente al silencio.

Frente al silencio.

miércoles, 1 de mayo de 2024

Rubén Darío (Azul... Cantos de vida y esperanza)

 



 Nocturno 

(a Mariano de Cavia)


Los que auscultasteis el corazón de la noche, 

los que por el insomnio tenaz habéis oído al 

el cerrar de una puerta, el resonar de un coche 

lejano, un eco vago, un ligero ruido...  


En los instantes del silencio misterioso, 

cuando surgen de su prisión los olvidados 

en la hora de los muertos, en la hora del reposo,

¡sabréis leer estos versos de amargor impregnados!... 


Como en un vaso vierto en ellos mis dolores 

de lejanos recuerdos y desgracias funestas, 

y las tristes nostalgias de mi alma, ebria de flores, 

y el duelo de mi corazón, tristes de fiestas. 


Y el pesar de no ser lo que yo hubiera sido,

la pérdida del reino que estaba para mí, 

el pensar que un instante pude no haber nacido, 

¡y el sueño que es mi vida desde que yo nací! 


Todo esto viene en medio del silencio profundo 

en que la noche envuelve la terrena ilusión, 

y siento como un eco del corazón del mundo 

que penetra y conmueve mi propio corazón.



Lo fatal 

(a René Pérez)


Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, 

y más la piedra dura porque esa ya no siente, 

pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, 

ni mayor pesadumbre que la vida consciente. 


Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, 

y el temor de haber sido y un futuro terror... 

Y el espanto seguro de estar mañana muerto, 

y sufrir por la vida y por la sombra y por 

lo que conocemos y apenas sospechamos, 

y la carne que tienta con sus frescos racimos, 

y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, 

¡y no saber adónde vamos, 

ni dónde venimos!...


Rubén Darío


jueves, 11 de abril de 2024

Mircea Cartarescu (Cegador)



Hay tantas maneras de contar la historia de una tierra, un país, una familia, de uno mismo. Desde los albores hasta el penúltimo aleteo de la mariposa del alma. Cegador. Cegador. Cegador. Y Mircea Cartarescu lo hace a su manera, tan original y literariamente, sin distinguir sueño de vigilia. Dejando fluir ambos mundos como lo que son, el mismo anudado umbilicalmente en la dualidad del ser. Cuán realidad onírica la suya. Maravillosa, mas no exenta de exigirle su parte al
lector, fiel lector. Imposible seguirle el paso al rumano de no ser así. Además de todo esto,
también querría destacar la labor de su traductora del rumano al español, lenguas hermanadas gracias al ansia conquistador de los romanos, Marian Ochoa de Eribe, pues con lo denso, poético y rico que narra Mircea, para nada puede ser labor menor el traducirle.

lunes, 1 de abril de 2024

Pedro Juan Gutiérrez, El nido de la serpiente




<<A lo lejos se veían las luces de La Habana. Me sentía borracho, desorientado y aturdido. No sabía qué hacer. No sabía qué quería ni hacia dónde iba. Pero no podía detenerme. Creo que era lo único que tenía claro: no podía detenerme. Tenía que seguir caminando y atravesar la furia y el horror.>>

miércoles, 27 de marzo de 2024

Frédéric Beigbeder, Windows on the World

 


<<La verdad es que no sé por qué he escrito este libro. A lo mejor porque no veía interés alguno en hablar de ninguna otra cosa. ¿Qué otra cosa escribir? Los únicos temas interesantes son los temas tabú. Hay que escribir lo que está prohibido. La literatura francesa es una larga historia de desobediencia. Actualmente, los libros deben llegar a donde no llega la televisión. Mostrar lo invisible, decir lo indecible. Tal vez sea imposible, pero es su razón de ser. La literatura es una "misión imposible".>>


#frédéricbeigbeder #windowsontheworld #anagrama

lunes, 25 de marzo de 2024

Alessandro Baricco, Esta historia

 



<<¿Por qué siempre estás triste?, le pregunté.

No estoy triste.
que lo estás.
No se trata de eso, me dijo. Me dijo que en su opinión la gente vive años y años, pero que en realidad es sólo en una pequeña parte de esos años cuando vive de verdad, y esto es en los años en que consigue hacer aquello para lo que nació. Entonces, en ese momento, es feliz, el resto del tiempo es tiempo que se pasa esperando o recordando. Cuando esperas o recuerdas, me dijo, no estás ni triste ni feliz. Pareces triste, pero se trata únicamente de que estás esperando o recordando. No está triste la gente que espera, ni tampoco la que recuerda. Simplemente, está lejos.
Yo estoy esperando, me dijo.
¿Qué?
Estoy esperando a hacer aquello para lo que nací.>>

jueves, 29 de febrero de 2024

Angélica Liddell, Trilogía del infinito

 


<<No existe viaje más largo ni más intenso / que aquel que emprendo todas las noches / desde la silla en la que escribo / hasta mi cama.>>

Angélica Liddell

martes, 18 de julio de 2023

Loida Ruiz Rodríguez, reseña de Fe de vida

 




Reseña de Fe de vida por Loida Ruiz Rodríguez.

<<¿Acaso cabe toda una vida en un poemario?
Resultan dolorosos los poemarios que inciden en la poética de las ausencias. Ya lo sabéis. El pasado nunca se puede recuperar de forma inofensiva y este libro no lo es. El pasado es aquí una infancia invertebrada y el más terrible de los vacíos en el que tiene origen el dolor, que siempre acompaña: “vuelvo a abrir mis brazos, mamá/ porque no hay edades cuando abrazo tu ausencia”. El dolor, físico también, cincela la carne y el presente. En cuanto al futuro, genera desasosiego. Y siempre, la poesía.
Quienes conocemos personalmente a su autor vemos en sus palabras al niño-hombre que busca en las mujeres de su vida (a quienes está dedicado el libro y donde se incluye a la poesía) la única forma de explicarse y de habitar con versos esos espacios desocupados: “ayúdame a encontrarme/ fue lo único que le dije/ al poema”. Llegados aquí, imaginaréis, y no os equivocáis, que es un poemario autobiográfico en el que se muestran sus miedos, sus sufrimiento, pero también momentos luminosos y el amor, que lo es todo, a su mujer, a sus hijas, a la literatura y a la mar, obligada su presencia por ser madre que lo devolvió de la muerte.
En FDV versos profundamente sinceros. En FDV, una vida contada de la forma más honesta e hiriente. ¿A quién le interesa crear una ficción idealizada cuando se puede describir la propia realidad, más intensa aún?
Tomás Soler Borja se duele en este libro y sonríe “esa risa, mi risa limpia y auténtica/ como la lengua que se le saca/ al destino”. Probablemente, todos y cada uno de nosotros no pretendamos ser más que personajes que huyen de un punto final. También Tomás, por ello recuerda y continúa escribiendo: “mi reinado ha sido de sol y risas/ de amor y gloria/ sin oros pero adorado/ no todos podrán decir lo mismo/ el día de mañana”.>>


Loida Ruiz Rodríguez, licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Murcia y profesora de secundaria. Ha colaborado en diversas revistas literarias y participado en recitales de la región. en 2020 publicó su primer poemario, las horas descalzas, en entropía ediciones.



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#edicionesenhuida