Frente al silencio.

Frente al silencio.

jueves, 22 de octubre de 2015

Luis Cernuda.



REMORDIMIENTO EN TRAJE DE NOCHE



Un hombre gris avanza por la calle de niebla;
no lo sospecha nadie. Es un cuerpo vacío;
Vacío como pampa, como mar, como viento,
desiertos tan amargos bajo un cielo implacable.

Es el tiempo pasado, y sus alas ahora
entre la sombra encuentran una pálida fuerza;
es el remordimiento, que de noche, dudando,
en secreto aproxima su sombra descuidada.

No estrechéis esa mano. La yedra altivamente
ascenderá cubriendo los troncos del invierno.
Invisible en la calma el hombre gris camina.
¿No sentís a los muertos? Mas la tierra está sorda.








QUISIERA ESTAR SOLO EN EL SUR



Quizá mis lentos ojos no verán más el sur
de ligeros paisajes dormidos en el aire,
con cuerpos a la sombra de ramas como flores
o huyendo en un galope de caballos furiosos.

El sur es un desierto que llora mientras canta,
y esa voz no se extingue como pájaro muerto;
hacia el mar encamina sus deseos amargos
abriendo un eco débil que vive lentamente.

En el sur distante quiero estar confundido.
La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta;
su niebla misma ríe, risa blanca en el viento.
Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.







QUÉ MÁS DA


Qué más da el sol que se pone o el sol que se levanta,
la luna que nace o la luna que muere.

Mucho tiempo, toda mi vida esperé verte surgir
    entre las tinieblas monótonas,
luz inextinguible, prodigio rubio como la llama;
ahora que te he visto sufro, porque igual que ellos
no has sido para mí menos brillante,
menos efímero o menos inaccesible que el sol y la luna
    alternados.

Mas yo sé lo que digo si a ellos te comparo,
porque aun siendo brillante, efímero, inaccesible,
tu recuerdo, como el de ambos astros,
basta para iluminar ausente toda esta sombra que me
    envuelve.











I


Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia áerea mientras crece el
    tormento.
Allá dodne termine este afán que exige dueño a
    imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otro ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
cielo y tierra nativos en torno a un recuerdo;
disuelto en niebla, ausencia,
ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
donde habite el olvido.







XI


No quiero, triste espíritu, volver
por los lugares que cruzó mi llanto,
latir secreto entre los cuerpos vivos
como yo también fui.

No quiero recordar
un instante feliz entre tormentos;
goce o pena, es igual,
todo es triste al volver.

Aún va conmigo como una luz lejana
aquel destino niño,
aquellos dulces ojos juveniles,
aquella antigua herida.

No, no quisiera volver,
sino morir aún más,
arrancar una sombra,
olvidar un olvido.






XII


No es el amor quien muere,
somos nosotros mismos.
Inocencia pristina
abolida deseo,
olvido de sí mismo en otro olvido,
ramas entrelazadas,
¿por qué vivir si desaparecéis un día?

Sólo vive quien mira
siempre ante sí los ojos de su aurora,
sólo vive quien besa
aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.

Fantasmas de la pena,
a lo lejos, los otros,
los que ese amor perdieron,
como un recuerdo en sueños,
recorriendo las tumbas
otro vacío estrechan.

Por allá van y gimen,
muertos en pie, vidas tras las piedras,
golpeando impotencia,
arañando la sombra
con inútil ternura.

No, no es el amor quien muere.







Luis Cernuda. “La realidad y el deseo”. 1983. Editorial Castalia.



martes, 20 de octubre de 2015

Iván Rojo.






Una mano que aferrar
mientras la civilización se derrumba.
Es lo que todos buscamos.
No hace falta mucho más
para disfrutar del espectáculo.



Iván Rojo. 2015, de su muro de Facebook.




lunes, 19 de octubre de 2015

Katy Parra.



SI TE QUIERES SALVAR A TODA COSTA,
DESCONFÍA DE LAS MANZANAS

                                                                               Produzca la tierra seres vivientes según su género.
                                                                                                                                                         Dios


No salgas a la calle sin perro lazarillo
ni antes de rezar tus oraciones.
No entres a la iglesia
sin un salvoconducto
ni pienses en voz alta.
No te conviene echar más leña al fuego de tu
      reputación

Si quieres ir al cielo con tu expediente limpio,
si te quieres sentar a la derecha,
has de ser un buen hijo y no comer manzanas.
Declina invitaciones
de mujeres que vengan a salvarte.
Eva no es de fiar.






LA MANZANA O LA VIDA



El círculo se cierra.
Septiembre ha de volver como hace siempre,
antes de que confundas
la manzana podrida que tienes en las manos
con la luna de agosto
o con su beso.











LA HERENCIA


Todo está concebido para que te arrepientas
de aquello que no hiciste,
de todo lo que has hecho y, de algún modo,
de cosas improbables.
Es difícil romper esa cadena. Sus eslabones tienen
la proporción del miedo y de la culpa:
asuntos familiares y otros focos de infección similar
que desbaratan tu escasa geografía.
Oyes silbar de lejos a las piedras
que tienen en tu frente el objetivo.
Las presientes llegar, una tras otra,
arrastrando en sus vómitos adjetivos hirientes.
Puedes ponerte a salvo curvando más la espalda
o buscar soluciones contra el delírium trémens:
por ejemplo, el suicidio,
sin malgastar en soga la herencia que te dieron.







REFLEXIÓN DE UN CADÁVER ANTES DE SABER
QUIÉN ERA EL ASESINO



Se ha llenado de idiotas la habitación contigua:
hablan de los designios del Señor,
de presuntas virtudes que heredé de mi padre.
Es curioso observar
que casi todos mienten:
no cuentan que me odiaban,
que en el fondo les daba más asco que otra cosa.
Pero ella es distinta:
ella sí que sintió que me muriera.

Ante de seccionar la aorta con dulzura
dijo que me quería.
Me mató por imbécil
y tenía razón.







Katy Parra: “La manzana o la vida”. 2013, Planeta Clandestino #130.



sábado, 17 de octubre de 2015

Paul Éluard (y II).



La Puissance de l´espoir       El poder de la esperanza



Autant parler pour avouer mon sort:              Mejor hablar y confesar mi suerte:
Je n´ai rien mien, on m´a depóssédé              Ya nada es mío, me han desposeído
Et les chemins où je finirai mort                    Y los caminos en que acabaré muerto
Je les parcours en esclave courbé;                  Los recorro como esclavo abrumado;
Seule ma peine est ma propiété:                     Sólo mi pena es de mi propiedad:
Larmes, sueurs et le plus dur effort.               Sudores, lágrimas y el esfuerzo más duro.
Je en suis plus qu´un objet de pitié                 Sólo soy ya objeto de piedad
Sinon de honte aux yeux d´un monde fort.     O de vergüenza para un mundo tan fuerte.

J´ai de manger et de boire l´envie                   Sigo con ganas de comer y beber
Autant qu´un autre à en perdre la tête;            Como cualquiera hasta volverme loco;
J´ai de dormir l´ardente nostalgie:                   De dormir tengo ardiente nostalgia:
Dans la chaleur, sans fin, comme une bête.     En el calor, sin fin, a lo animal.
Je dors trop peu, ne fais jamais la fête,            Duermo muy poco, nunca me divierto,
Jamais en baise une femme jolie;                     Nunca consigo una mujer bonita;
Pourtant mon coeur, vide, point en s´arréte,     Aunque vacío, mi corazón no para,
Malgré douleur mon coeur point en dévie.       Pese al dolor, el corazón prosigue.

J´aurais pu rive, ivre de mon capriche.             Reír podría, ebrio con mi capricho.
L´aurore en moi pouvait creuser son nid          Podría hacer su nido en mí la aurora
Et rayonner, subtile et protectrice,                   Y así irradiar, sutil y protectora
Sur mes semblables qui auraient fleuri.            Sobre mis semejantes, florecidos.
N´ayez pitié, si vous avez choisi                       No os apiadéis si ya habéis elegido
D´être bornés et d´être sans justice:                  Ser limitados y ser sin justicia:
Un jour viendra où je serai parmi                      Llegará un día en que yo estaré entre
Les constructeurs d´un vivant édifice,               Los constructores de un edificio vivo,

La foule inmense où l´homme est un ami.         La multitud inmensa en que el hombre es
                                                                                                                               [un amigo.



***





Vingt-huit novembre mil neuf                   Veintiocho de noviembre de mil novecientos
cent quarante-six]                                                                                      [ cuarenta y seis

               Nous en vieillirons pas ensemble              No envejeceremos juntos.

                        Voici le jour                                               Este día está

                        En trop : le temps déborde                         De más: el tiempo desborda.

Mon amour si léger prend le poids               Mi amor tan ligero pesa como un suplicio
d´un supplice.]










Dorée                                     Dorada



Les draps humides de novembre                  Los húmedos sudarios de noviembre
M´ensevelissent pour toujours                     Me entierran para siempre
Le temps me file entre les doigts                 El tiempo escapa entre mis dedos
La terre tourne en mes orbites                      Gira en mis órbitas la tierra

Où en est ce léger sourire                             Dónde está la sonrisa grácil
Qui commença un jour de mai                     Que empezó en un día de mayo
Sinon sur la bouche des morts                      Sino en la boca de los muertos
Malgré la peine des vivants                          Pese a la pena de los vivos

Où est la lettre sans réponse                         Dónde la carta sin respuesta
Et la poussiére des paroles                           Dónde el polvo de las palabras
Cette confianza dans la vie                           Esta confianza en la vida
Qui tout à coup devient silence                    Que de pronto se hace silencio

Je nie les larmes leur lumiére                       Niego las lágrimas su luz.
Mes yeux en sont plus de ce monde             Mis ojos no son ya de este mundo
Je suis passée tout est passé                          Yo he pasado todo pasó
Je suis une ombre dans le noir                      Soy una sombra entre lo negro

Je suis le germe du désordre.                        Yo soy el germen del desorden.








Sérénité                                     Serenidad



Mes sommets étaient à ma taille                       Mis cimas eran de mi talla
J´ai roulé dans tous mes ravins                          He rodado por todos mis barrancos
Et je suis bien certain que ma vie est banale     Y estoy seguro de que es banal mi vida
Mes amours ont poussé dans                             Mis amores crecieron en
un jardin commun]                                                                          [un jardín común
Mes vérités et mes erreurs                                 Mis verdades y errores
j´ai pu les peser comme on pèse                        He podido pesarlos lo mismo que se pesa
Le blé qui double le soleil                                 El trigo que al sol dobla
Ou bien celui qui manque aux granges             O el que falta en las granjas
J´ai donné à ma soif l´ombre                             Le di a mi sed la sombra de
d´un gouffre lourd]                                                                            [un abismo gravoso
J´ai donné à ma joie de                                      Hice que mi alegría comprendiera
comprendre la forme]                                                                                         [la forma

D´une jarre parfaite                                            De una jarra perfecta.








Paul Éluard. "Últimos poemas de amor". Edición Bilingüe. 2007, Hiperión.





miércoles, 14 de octubre de 2015

Sofía Serra Giráldez.




II



Y aunque en nada consista el porvenir,
y se abre el abismo entre mi pecho
y la mañana solitaria magnífica,
la flor incandescente atraviesa

el espantajo de la noche
cubriente y la alegría
de su ente moribundo,
como dos amantes que se besan
en este precipicio entre mis ojos
de calle y la pared de enfrente.
Amarillos blasones columpian
la estrecha rendija,
el sol columbra nuevas soledades,
nieve perpetua y rosa la sombra.

alto vuelan los vencejos
bajo la ubre de la ciudad
celeste.







LA INTEMPERIE



un alfeñique rayo de luz
que caminaba por tu boca
hablaría más del sol y de la nube
que el universo cuando se despereza.
sobre ti me falta algo
entre las piernas que se parece
al hueco acostumbrado
entre la noche y mi espalda.

como ya soy camino
de las otras huellas,
mi carne se enternece,
el tirabuzón de tus brazos
afina mi cintura y ensancha
mis caderas.

hace frío,
las piedras se han parado
y ya no oigo los motores
de esta tierra de espanto
el augurio de la inercia
desenfrenada:
lucen las costas calientes
bajo el sol cándido
de cualquier playa al mar.

en esta doméstica resolución
en la que me prescribo,
no niego que me impulsa
el miedo a olvidar
manta y almoneda.

Claramente: no te alejes.











ABRIR LOS OJOS


a dormir, corazón,
cantaba la canción.

posar mis ojos en un instante,
descubrir que el mundo
no se hizo en un día sino
en tus cuatro extremidades,
solventar aritmética de relojes
y gusanos universales horadando
las paralelas estancias que habitamos,
remedar sin pausa la lentitud de la flor
al abrirse, el remero de las olas
al habituar al mar
con su vehemente persistencia
y comunicar que no somos dioses sino
algarabías devaluadas
por nuestra especialidad
en menospreciarnos,
y así,
decaer nuestras manos
hasta que el oro no las halle.

eso he vuelto a descubrir
hoy, nuevo hoy, el abismo
de nuevo, tu soledad.







CUERPO EXTRAÑO (XENOFILIA)



me falta oxígeno y todos
expeléis dióxido
de carbono. Desearía
ser planta caso
de que pudiera.
Lo que sucede es que así
me sentiría entre ellas
como me siento entre ustedes.
Y entonces desearía
ser una humana de día
y dormir de noche ajena.

Algo ha crecido torcido
dentro de mí
y no es un árbol.

O el dolor ha crecido derecho
y es mi columna.







Sofía Serra Giráldez. “Suroeste”. 2015, Ediciones En Huida.



martes, 13 de octubre de 2015

Antonio Aguilar Rodríguez







LEYENDO A LOS CLÁSICOS



El mar está tranquilo
esta mañana.

Algunas muchachas,
en traje de baño,
juegan con las olas.

A lo lejos alguien
divisa una barca
y no es tarde aún
Para Ulises, pronto
para Caronte.









BREVES PALABRAS DE OTOÑO




Sólo este sueño
de volver a vivir
me mantiene.

Aunque esta tarde
tal vez sólo me baste
seguir viviendo.












LA SEGURA CELADA DE LA NOCHE




Apoya la cabeza sobre el cuerpo,
desmelenada,
de su marido,
y en las sábanas que almidona
cada tarde suspira,
tal vez por que el amor
exige entrega
y ella lo sabe.

Y no gastan palabras
sino fluidez, respiración,
presencia,
donde la carne
es un alivio de las manos
y una fiesta de frutas
que maduran.

Y amanece
cuando duermen exhaustos,
y a las ramas desnudas del cerezo
llega la luz
y se abren las ventanas
sobre las calles,
y apenas sé de dónde ni de quién
es la música que despierta al mundo.









VI




No sé cómo decirte
que estás en mis palabras,
que cuando digo espera
hablo del banco
frente a tu casa
y tienes
el ritmo de las horas
que no llegan,
las horas
que han sido minutos,
y que ahora, cuando bajas,
ya no son nada.








Antonio Aguilar Rodríguez. “El otoño encarnado de Yves de la Roca”. Premio Antonio Oliver 1997. Editora Regional de Murcia.





domingo, 11 de octubre de 2015

John Fante.



Fragmentos:




      Se fueron a dormir. Yo tenía el sofá y ellas el dormitorio. Cuando cerraron la puerta, saqué las revistas y las puse encima del sofá. Estaba contento porque podía mirar a las chicas con la luz de la habitación grande. Era mucho mejor que aquel ropero maloliente. Les hablé cerca de una hora, fui a la montaña con Elaine y a los Mares del Sur con Rosa y, finalmente, reunidos en asamblea colectiva y rodeado por todas, les dije que no prefería a ninguna y que todas tendrían su oportunidad cuando les llegara el turno. Pero al poco rato ya me aburría soberanamente, tenía la creciente sensación de estar haciendo el imbécil, hasta que empecé a detestar el hecho de que fueran sólo fotos, planas y unidimensionales, lo mismo que el color y la sonrisa. Y todas sonreían como unas guarras. Todo se me volvió detestable, y pensé: ¡Mírate! Sentado ahí y hablando con un puñado de rameras. ¡Valiente superhombre estás hecho!

***




      Una mañana desperté con una idea. Una buena idea, grande como una casa. La idea más grande que había tenido, una obra maestra. Trabajaría de recepcionista nocturno en un hotel..., ésa era la idea. Me permitiría leer y trabajar al mismo tiempo. Salté de la cama, engullí el desayuno y bajé los escalones de seis en seis. Una vez en la acera, me detuve un momento a meditar la idea. El sol calcinaba la calle y me despejó quemándome los ojos. Curioso. Ahora que estaba totalmente despierto la idea no me parecía tan buena, una de esas que se nos ocurren adormilados. Un sueño, un simple sueño, una trivialidad. No podía trabajar de recepcionista nocturno en aquel municipio portuario por la sencilla razón de que ningún hotel del municipio tenía recepcionistas nocturnos. Una deducción matemática y bastante sencilla. Volví a casa y me senté.

***





      Dormido o despierto, daba lo mismo, detestaba la fábrica de conservas y siempre olía a desperdicios. Nunca me abandonaba aquella peste a caballo muerto en la cuneta. Me seguía por las calles. Entraba conmigo en los edificios.
Cuando me acostaba por la noche, allí estaba, como una manta, cubriéndome por entero. Y en mis sueños había pescado pescado pescado, caballas nadando en una charca negra, y yo estaba atado a un palo y me bajaban hasta meterme en la charca. Lo tenía en la comida y en la ropa, incluso en el cepillo de dientes. A Mona y a mi madre les pasaba lo mismo. Al final era tan desagradable que incluso comíamos carne el viernes. Mi madre no soportaba el pescado, aunque fuera pecado no comerlo los viernes.

***








      Pero recuerdo a una mujer en un yate. Estaba a doscientos metros. A semejante distancia no podía verle la cara. Sólo que se movía con sencillez por la cubierta, como una reina pirata con un flamante bañador blanco. Paseaba por la cubierta de un yate que se estiraba como un gato desperezándose en el agua azul. Era sólo un recuerdo, una impresión recibida estando junto al vertedor de latas, mirando por la puerta. Sólo un recuerdo, pero enamoré de ella, la primera mujer de carne y hueso que amaba en mi vida. De vez en cuando se detenía en la borda para mirar el mar. Luego reanudaba el paseo moviendo adelante y atrás sus muslos de lujo. En cierta ocasión se volvió y se quedó mirando la fábrica de conservas. La estuvo mirando unos minutos. No podía verme, pero miraba directamente hacia donde yo estaba. En aquel momento me enamoré de ella. Tenía que ser amor, aunque también podía ser su bañador blanco. Lo enfoqué desde todos los puntos de vista y al final admití que era amor. Después de mirarme, se volvió y siguió paseando. Estoy enamorado, me dije. ¡Así que esto es el amor! Pensé en ella todo el día. Al día siguiente el yate se había ido. Me preguntaba por ella y, aunque en ningún momento me pareció importante, estaba convencido que estaba enamorado. Al cabo de un tiempo dejé de pensar en ella, se convirtió en recuerdo, un mero recuerdo para matar las horas en vertedor de latas. Pero la había amado; ella nunca me vio y yo nunca le vi la cara, pero había sido amor a pesar de todo.

***



      Me puse a escribir otra vez. El lápiz corría por la página. La página se llenó. Le di la vuelta. El lápiz siguió su trayecto. Otra página. De arriba abajo. Las páginas se amontonaron. Por la ventana entraba la niebla, tímida y fría. Pronto se llenó la habitación. Seguí escribiendo. Página once. Página doce.
Levanté la vista. Era de día. La niebla invadía la habitación. La estufa estaba apagada. Tenía las manos entumecidas. En el dedo en que se apoyaba el lápiz me había salido una ampolla. Me picaban los ojos. Me dolía la espalda. Apenas podía moverme a causa del frío. Pero nunca me había sentido mejor.









John Fante. “Camino de Los Ángeles”. 2015, Anagrama.





viernes, 9 de octubre de 2015

Paul Éluard



Sous l´angle d´or                            Bajo el ángulo de oro


Lorsque nous regardons                          Cuando nos miramos
Des nappes de neige éticellent                Las capas de nieve relumbran
Sous le soleil qui se rapproche                Bajo el sol que se acerca

Des fenêtres ouvrent leurs bras               Las ventanas abren sus brazos
Tout le long de la voie du bien               A lo largo del camino del bien
S´ouvrent des mains et des oiseaux        Se abren las manos y los pájaros
S´ouvrent les jours s´ouvrent les nuits   Se abren los días se abren las noches
Et les étoiles de l´enfance                       Y las estrellas de la infancia
Aux quatre coins du ciel inmense           En las cuatro esquinas del cielo inmenso
Par grand besoin chantent menu             Por necesidad cantan bajito

Lorsque nous nous regardons                 Cuando nos miramos
La peur disparaît le poison                     Desaparece el mido el veneno
Se perd dans l´herbe fine fraîche            Se pierde en la hierba fina fresca

Les ronces dans les temples morts         Las zarzas en los templos muertos
Tirent de l´ombre enracinée                   Extraen de la sombra enraizada
Leurs fruits ardents rouges et noirs        Sus ardientes frutos rojos y negros
Le vin de la terre écumante                    El vino de la tierra espumeante
Noie les abeilles en plein vol                 Ahoga a las abejas en pleno vuelo
Et les paysans se souvienment               Y los aldeanos se acuerdan
Des années les mieux enfournées           De los años mejor horneados

Lorsque nous nous regardons                 Cuando nos miramos
La distance s´ouvre les veines                La distancia se abre las venas
Le flot touche á toutes les plages            La ola llega a todas las playas

Les lions les biches les colombes            Los leones las corzas las palomas
Tremblants d´air pur regadent naître       Trémulos de aire puro ven nacer
Leur semblade comme un printemps      A su semejante como una primavera
Et l´abondante femme mère                    Y la abundante mujer madre
Accorde vie á la luxure                            Depara vida a la lujuria
Le monde change de couleur                   El mundo cambia de color
Naissance contrarie absence                    Nacimiento contraría a ausencia

Lorsque nous nous regardona                  Cuando nos miramos
Les murs brûlent de vie ancienne            Arden las paredes con vida antigua
Les murs brûlent de vie nouvelle            Arden las paredes con vida nueva

Dehors le lit de la nature                         Afuera el lecho de la naturaleza
Est en innocence dressé                           Dispuesto está con inocencia
Crépusculaire le ciel baigne                    Crepuscular el cielo baña
Ta sanglotante et souriante                     Tu sollozante y sonriente
Figure de musicienne                              Figura de música
Toujours plus nue esclave et reine          Cada vez más desnuda esclava y reina
D´un feuillage perpétuel                         De un follaje perpetuo

Lorsque nous nous regardons                 Cuando nos miramos
Toi la limpide moi l´obscur                    Tú la límpida yo el oscuro
Voir est partout souffle et désir              Ver es en todas partes aliento y deseo

Créent le premier le dernier songe.         Crean el primero el último sueño.










L´Absence                                La ausencia


Je te parle à travers les villes                    Te hablo a través de las ciudades
Je te parle à travers les plaines                 Te hablo a través de las llanuras
Ma bouche est sur ton oreiller                  Mi boca está sobre tu almohada
Les deux faces des murs font face            Las dos paredes hacen frente
À ma voix qui te reconnaît                       A mi voz que te reconoce
Je te parle d´eternité                                 Yo te hablo de eternidad

Ô villes souvenirs de villes                       Oh ciudades y sus recuerdos
Villes drapées dans nos désirs                   Vestidas con nuestros deseos
Villes précoces et tardives                         Ciudades prontas y tardías
Villes fortes villes intimes                         Plazas fuertes ciudades íntimas
Dépouilles de tous leurs maçons               Privadas de sus albañiles
De leurs penseurs de leurs fantômes         Sus pensadores sus fantasmas

Campagne règle d´émeraude                     Oh campo regla de esmeralda
Vive vivante survivante                             Vivo vital sobreviviente
Le blé du ciel sur notre terre                      Trigo del cielo nuestra tierra
Nourrit ma voix je rêve et pleure               Nutre mi voz yo sueño y lloro
Je ris et rêve entre les flammes                  Yo río y sueño entre las llamas
Entre les grappes du soleil                          Entre los racimos del sol

Et sur mon corps ton corps étend               Y sobre mi cuerpo tu cuerpo
La nappe de son miroir clair.                       Desparrama su claro espejo.






Le Paysage nu                            El paisaje desnudo


Le paysage nu                                              El paisaje desnudo
Là où je vis                                                  En el que viviré
Où je vivrai longtemps                                Durante mucho tiempo
A de tendres praires                                     Tiene tiernas praderas
Où ta chaleur repose                                    De tu calor reposo

Des sources où tes seins                               Fuentes donde tus senos
Font miroiter le jour                                     Hacen que el día espejee
Des chemins où ta bouche                            Sendas donde tu boca
Rit á une autre bouche                                 A otra boca sonríe

Des bois où les oiseaux                                Bosques donde los pájaros
Entrouvrent tes paupières                             Entreabren tus párpados
Sous un ciel rèfléchi                                     Bajo un cielo reflejo
Par ton front sans nuages                             En tu frente sin nubes

Mon unique univers                                      Mi único universo
Ma légère accordée                                       Mi grácil afinada
Au rythme de nature                                     Con ritmos naturales
Ta chair nue durera.                                       Ha de durar tu carne
                                                                      Desnuda.




Paul Éluard. "Últimos poemas de amor". Edición Bilingüe. 2007, Hiperión.